viernes, 19 de agosto de 2016

Dinamismo Terrestre



El relieve actual de la Tierra es el resultado de un largo proceso de formación de nuevos relieves y de transformación de éstos. En él intervienen fuerzas provenientes del interior del planeta y también agentes externos que actúan sobre las rocas de la corteza terrestre.

Los Procesos Endógenos:

El movimiento de las placas terrestres que causa la deriva de los continentes también origina una serie de procesos geológicos que van modificando su superficie. Por producirse en el interior de la Tierra, se los denomina procesos endógenos.
Entre los procesos endógenos se encuentran los movimientos orogénicos, responsables principalmente de la formación de las montañas, los movimientos epirogénicos, que provocan el ascenso y descenso de grandes bloques continentales.
Los movimientos orogénicos: La orogénesis es el conjunto de procesos por los cuales se forman las grandes cadenas de montañas. La causa de estos procesos son las fuerzas que se producen en sentido contrario por el choque de dos placas de la corteza terrestre. Dando origen, por ejemplo, a la Cordillera de los Andes en el borde occidental de la placa Sudamericana.

Los movimientos orogénicos suelen estar acompañados por el ascenso de material magmático del interior de la Tierra. Estos materiales pueden salir a la superficie a través de volcanes.
Los movimientos epirogénicos: Son movimientos lentos de ascenso y descenso de las placas continentales.
Cuando se produce un movimiento epirogénico descendente, el mar avanza sobre el continente, generando una ingresión o transgresión marina; cuando ocurre lo contrario, es decir, un movimiento epirogénico ascendente, el mar retrocede y se produce una regresión marina.
Las ingresiones marinas dejan sobre el continente importantes depósitos de sedimentos marinos.
Estos movimientos también influyen en la forma de las costas.

Los Procesos Exógenos:

Llamados así porque se originan en el exterior de la corteza terrestre, comprenden tres fenómenos fundamentales: la erosión de las rocas, que las va fragmentando y desmenuzando, el transporte de los materiales desmenuzados y su acumulación en otros sitios.
Estos procesos tienden a erosionar las partes elevadas y rellenar las deprimidas. Se deben a la acción de diversos agentes externos, tales como la temperatura, el viento o el agua.
  La acción de la temperatura: Donde las variaciones de la temperatura son bruscas y muy amplias, las rocas se ven sometidas a un proceso de permanente dilatación y contracción que termina por resquebrajarlas, fragmentarlas y desmenuzarlas.
Esto sucede, por ejemplo, en las zonas desérticas, donde a las altas temperaturas diurnas que dilatan las rocas siguen temperaturas muy  bajas durante la noche, que las contraen.
La disminución de la temperatura también puede provocar el congelamiento del agua que se encuentra en los grietas de las rocas.
La erosión provocada por los cambios de temperatura se llama erosión mecánica.
La acción del viento: La acción erosiva del viento, denominada erosión eólica, es muy importantes en las zonas áridas donde la superficie terrestre no está protegida por vegetación. El viento levanta y arrastra las partículas sueltas, golpea con ellas otras rocas y las va desgastando, dándoles las formas más variadas.
Según sea el tamaño de las partículas y la fuerza del viento, éste las transporta a distancias variables. Así, las partículas más finas pueden alcanzar grandes distancias; se depositan en montículos o colinas llamadas dunas, que también se desplazan permanentemente por la acción del viento.
La acción del agua de lluvia: El agua de lluvia al caer sobre superficies desprotegidas puede erosionarlas, arrastrando las partículas más finas pendiente abajo. Los materiales arrastrados se depositan en las zonas deprimidas o en los ríos. La erosión provocada por las lluvias es denominada erosión pluvial.
Si las lluvias son muy fuertes y el suelo se encuentra desprotegido (por ejemplo, sin vegetación), el agua puede formar hoyos profundos que llegan a inutilizar al suelo. Esto ocurre, por ejemplo, en la provincia de Misiones, debido a la deforestación.

La acción del agua de los ríos: La erosión fluvial es provocada por la fuerza del agua de los ríos que fluyen pendiente abajo. Cuando mayor es la pendiente del terreno, más fuerza y velocidad tiene el agua y mayor es su poder erosivo.
Donde la pendiente del terreno es pronunciada, el río arrastra materiales de gran tamaño; con ellos golpea y rompe otras ocas que también son arrastradas pendiente abajo. Cuando la pendiente disminuye, el agua pierde su poder de arrastre y va depositando los materiales, primeros los más grandes y luego los más pequeños. La acumulación de estos materiales da origen a llanuras aluviales. Al desembocar en el mar o en otro río, el depósito de estos materiales puede formar deltas.
La acción del hielo: El hielo es un poderoso agente erosivo, especialmente cuando se mantiene durante todo el año. Las lenguas de hielo que van descendiendo desde las altas cumbres montañosas se denominan glaciares. A medida que descienden, los glaciares van erosionando y hundiendo la superficie por la que se desplazan y arrancando materiales que se depositan en sus bordes. Cuando se deshielan, suelen dejar depósitos de materiales en su frente.
La erosión glaciaria modela los típicos valles en formas de “U” por donde se fue desplazando el glaciar.

La acción del agua del mar: Con su movimiento incesante, el agua de mar es un importante agente modificador del relieve costero. Las rocas de la costa son golpeadas con fuerza por el agua y van erosionándose

Fuente: Síntes de varios autores. Dinamismo terrestre

lunes, 20 de junio de 2016

El Acuífero Guaraní

El Acuífero Guaraní es un reservorio de agua subterránea que consiste en un conjunto de rocas que está por debajo del nivel del terreno y tiene agua en sus poros y fisuras. Estas rocas (areniscas eólicas y fluviales) se depositaron allí hace 250 millones de años.
El Acuífero Guaraní es el tercer reservorio subterráneo de agua dulce más grande del planeta. Está localizado en el centro-este de América del Sur, entre 12° y 35° de latitud Sur y entre 47° y 65°de longitud Oeste, extendiéndose por las cuencas de los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay.
La denominación guaraní responde a que su extensión coincide aproximadamente con la Gran Nación Guaraní, población indígena que habitó en la región. Se dice que este acuífero es transfronterizó porque se desarrolla por debajo del territorio de cuatro países sudamericanos: en Argentina su extensión es de 255.500 km2, en Brasil es de 840.000 km2, en Paraguay 71.700 km2 y en Uruguay 58.500 km2 totalizando aproximadamente 1.200.000 km2.
La recarga natural de acuífero, se da de manera directa por infiltración de las aguas de lluvia en las áreas de afloramientos de las rocas del Guaraní; y de forma indirecta por infiltración vertical (drenaje), a lo largo de las fracturas de las rocas confinantes (basalto) superiores.   

Se recomienda observar el video "Aguas Subterráneas"

Fuente: Autores varios.  

Plataforma Continental Argentina


Argentina agranda 35% su plataforma marítima

Soberanía nacional
El Comité especializado en derechos del mar aceptó un reclamo de 2009. Se ganan 1,7 millón de kilómetros cuadrados.
En un hecho histórico que hace a las cuestiones de soberanía nacional, la 40° Comisión de Límites de la Plataforma que depende de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), acaba de aprobar por unanimidad un pedido argentino de extensión sobre el límite exterior de la plataforma continental, que incluyen las Malvinas, las islas del Atlántico Sur y Antártida. En la Cancillería explicaron que por esta decisión el país ganará 1.700.000 kilómetros cuadrados (35% más que la superficie actual) de plataforma continental comprendidos en la nueva demarcación que se presentó, en 2009, es decir entre las 200 millas marinas y el límite exterior. Sólo ese porcentaje representa el 48% del territorio nacional y se sumará a los 4.800.000 kilómetros cuadrados entre la línea de base y las 200 millas marinas.
“Estamos reafirmando nuestros derechos de soberanía sobre los recursos de nuestra plataforma continental: minerales, hidrocarburos y especies sedentarias”, señaló a este diario la canciller Susana Malcorra horas antes de la presentación de este nuevo límite exterior que hará el lunes en el Palacio San Martín, el vicecanciller Carlos Foradori, que preside Comisión Nacional de Límite de la Pataforma Continental Argentina (COPLA). Estarán junto a él la Armada , la Prefectura y legisladores nacionales.
Con este reconocimiento también las Naciones Unidas aceptan que hay una disputa sobre las islas del Atlántico Sur, otra victoria diplomática. Sin embargo, no habrá cambios en el sentido de que Argentina no ejercerá estos derechos sobre territorios y espacios marítimos que el Reino Unido administra unilateralmente desde 1833.
La plataforma abarca el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas hasta más allá del mar territorial de todo la prolongación natural del territorio. Hasta que el pasado 11 de marzo la Comisión de límites aprobó la presentación argentina, la plataforma llegaba hasta los 200 metros de profundidad independientemente de las 200 millas de la llamada zona de exclusión marítima. Basta para entenderlo como ejemplo la colocación de una plataforma petrolera no podía ir más abajo de esos 200 metros. Y tampoco se correspondían los derechos sobre recursos. Ahora, ya no hay límites de profundidad y además se extendió el límite de la base desde la costa hasta las 350 millas. 

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